Este
es el apóstol No. 13 (El 14 es San Pablo). Es un apóstol "póstumo"
(Se llama póstumo al que aparece después de la muerte de otro). Matías fue
elegido "apóstol" por los otros 11, después de la muerte y Ascensión
de Jesús, para reemplazar a Judas Iscariote que se ahorcó. La S. Biblia narra
de la siguiente manera su elección:
"Después
de la Ascensión de Jesús, Pedro dijo a los demás discípulos: Hermanos, en Judas se cumplió lo que de él
se había anunciado en la Sagrada Escritura: con el precio de su maldad se
compró un campo. Se ahorcó, cayó de cabeza, se reventó por medio y se
derramaron todas sus entrañas. El campo comprado con sus 30 monedas se llamó
Haceldama, que significa: "Campo de sangre". El salmo 69 dice:
"su puesto queda sin quién lo ocupe, y su habitación queda sin quién la
habite", y el salmo 109 ordena: "Que otro reciba su cargo".
"Conviene
entonces que elijamos a uno que reemplace a Judas. Y el elegido debe ser de los
que estuvieron con nosotros todo el tiempo en que el Señor convivió con
nosotros, desde que fue bautizado por Juan Bautista hasta que resucitó y subió
a los cielos".
Los
discípulos presentaron dos candidatos: José, hijo de Sabas y Matías. Entonces
oraron diciendo: "Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos
a cual de estos dos eliges como apóstol, en reemplazo de Judas".
Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en el número de los doce apóstoles (Hechos de los Apóstoles, capítulo 1).
Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en el número de los doce apóstoles (Hechos de los Apóstoles, capítulo 1).
San
Matías se puede llamar un "apóstol gris", que no brilló de manera
especial, sino que fue como tantos de nosotros, un discípulo del montón, como
una hormiga en un hormiguero. Y a muchos nos anima que haya santos así porque
esa va a ser nuestra santidad: la santidad de la gentecita común y corriente. Y
de estos santos está lleno el cielo: San Chofer de camión y Santa Costurera.
San Cargador de bultos y Santa Lavandera de ropa. San Colocador de ladrillos y
Santa Vendedora de Almacén, San Empleado y Santa Secretaria, etc. Esto
democratiza mucho la santidad, porque ella ya no es para personajes brillantes
solamente, sino para nosotros los del montón, con tal de que cumplamos bien
cada día nuestros propios deberes y siempre por amor de Dios y con mucho amor a
Dios.
San Clemente y San
Jerónimo dicen que San Matías había sido uno de los 72 discípulos que Jesús
mandó una vez a misionar, de dos en dos. Una antigua tradición cuenta que murió
crucificado. Lo pintan con una cruz de madera en su mano y los carpinteros le tienen
especial devoción.